viernes, 11 de octubre de 2024

Despedidas

 Finales (old draft)

Ya no más, mi amor.
Ya no más.
El impresionismo de la calle mojada,
y la música siempre de fondo
hacían juego a nuestra pasión.
Dónde, por la mañana,
la habitación se teñía de colores,
y trocitos de mi alma sembrados por allí,
y por allá,
esperando al momento,
esperaban crecer.
 Pero el dolor nos alejó.
¿O fuiste tú? ¿O fui yo?
Ya da igual, mi amor.
Ya da igual.

jueves, 27 de febrero de 2014

Con ayuda de Dámaso, te intuyo
perdido, lejano, ausente”,
en tu propio mar de sufrimientos.
Pero entonces en mis sueños reapareces,
y dejo de creer en la poesía, en “Los hijos de la Ira”,
lo dejo todo por ti, por nuestro silencio.

(RECUERDOS, MELANCOLIA)
Soplan los vientos del Oeste, tu nombre repiten.
Las flores del mal se han cerrado,
y muriendo están las abejas en la oscuridad.
¿Es que nadie les va a abrir la puerta?
Bajo el suelo húmedo
intuyo el movimiento de los caracoles,
y su baile, como una rapsodia bohemia,
me obliga a caer, a encontrar guarida
 bajo las alas de Lucifero.
Así perdí la agonía de vivir.
Así dejé de creer en la verdad.
Pero el cielo dejó de ser gris hace horas;
ahora es negro de Marte.
La lluvia, afilada, sigue cayendo sobre mí,
y pienso de nuevo en tus sollozos, amor mío.
En todas las tormentas que pasé por encontrarte,
en todas las fiebres que tuve que sudar,
en los gritos que hasta el mismo Hades pudo oír.

(LLEGO LA LUZ)
Entre tanto, un casual encuentro con la vida y el arte
me hace dudar. El mundo
se muestra sublime, hermoso, incluso fácil;
somos cómplices de nuestro destino,
vanguardistas de nuestra propia historia.

¿Cómo quieres que te busque,
si las costas de Galicia me acarician
como las raíces de los árboles al agua,
como un romance acaricia la locura?

No, amor mío, ya no más.
No voy a atravesar océanos ni volcanes,
ni me enfrentaré a feroces bestias sedientas de dolor.
Bajo las mantas de Nyx y el lecho de Enebos,
juro a los astros, mi amor,
por el ARGES,
por el ASTÉROPES,
y por el BRONTES...
Que a partir de ahora sólo habrá luz.

sábado, 14 de diciembre de 2013

Tú eres mis mejores medias,
y mi mejor abrigo.
Ante mis libros, la soledad casi no se siente,
pero sigue siendo soledad.
Y mil flores no son suficientes,
ni mil anillos,
pero contigo todo es diferente.
El placer siempre está latente,
y las luces en el pasillo
se vuelven relucientes
aunque oscuras si no estás.

Tú eres la torre más alta,
desde donde veo todas las estrellas,
mi mayor necesidad, mi licor de cereza,
mis labios sellados ante la indiscrección
y la prudencia
de mirar por la ventana y dibujar un corazón,
como en los sellos de colección
que barajeo en la cabeza,
como en los muelles del balcón
decorados con maleza,
o el flirteo con el aire y su poder de seducción.

Me gusta ser tu presa, tu almohada, tu cáliz
donde beber cerveza,
tus tiernos labios,
tus arqueadas cejas,
tu infinito sin terminar de colorear.
Tus parpadeos de mentira,
tu mirada junto a la mía,
despertándonos, cada día
recibiendo un mismo sol.
Donde todo es más tranquilo,
con iones negativos
y subidas de tensión.

Y la locura que se guarda
entre los pliegues de mi falda
se va con la tristeza,
se evapora y en resumen:
el dolor nunca existió.






miércoles, 11 de diciembre de 2013

Maldita

El día se presenta negro, profundo.
Mi piel se vuelve negra.
Envuelta entre sombras
se tiñe de frío,
y libera una fina capa de humildad,
humillación.
Petróleo, negro brillante,
residuo del dolor y del coloquio
por el que cruza sus últimos días.
En él hunde sus dedos;
su textura es blanda y repugnante.

En medio de la noche sigo esperando...Algo
que me diga lo que tengo que hacer,
lo que debo pensar,
lo que he de decir;
pero solo me responden
con gotas de fino hierro
que al tocarme solidifican.

Maldita,
Su mente esta maldita,
podrida por los pocos años que ha vivido.
Intoxicada, por los años que va a vivir.

Maldito,
su cuerpo está maldito,
Destruido por toda la maldad ajena.
que poco a poco se filtra en sus poros,
volviéndola oscura,
casi negra.

Sucias y viscosas nubes de polvo
apuntan hacia afines papeletas.
Ruinosas almas de cloaca.

Flaca y pobre, muere.
Su piel está al fin, carbonizada.
¿No queda nada, verdad?

El carbón de sus huesos, el residuo de su vida,
y la aurora de que algún día existió...
Y podía respirar.

jueves, 13 de junio de 2013

Dolor de tripas

Los ladrillos caen.
Hileras de cuerpos se dejan arrastrar,
desde las ventanas,
 al transparente vacío que, ansiosos, esperan;
atentos, antes de tocar el suelo,
desaparecen.
¿Cómo se crea arte de la nada?
Todavía lo recuerdo vivo, cálido, reciente.
Dolorosa y profunda (...), fruto de la experiencia que no tengo.

Y mis pasiones desaparecen,
y mis deseos desaparecen,
y mis más profundos secretos se funden con la luz.
Te arrancan (...), querida compañera,
te arrancan de mis entrañas,
te arrancaron hace tiempo, en realidad.
Ahora sólo queda mi cuerpo, frío y tenso, por poseer.

Sale el sol, de nuevo, un nuevo sol, que, estremecido dispara suaves guiños de rencor a mis retinas, ahora blancas, desprendidas como costras de mis ojos.
Ven como la realidad es ésta.
Ven como merezco morir. Me escondo, no de ellos,
no del dulzor, cada vez más intenso en mi boca, en mis dedos, en cada parte de mi inerte cuerpo,
no.
Me escondo, me protejo
del abismo entre el ahora y el jamás, una distancia casi imperceptible.
Ánimas bíblicas, estremecidas
 me muestran el dolor histórico,
me dan la luz que, de nuevo, me muestra al mundo tal y como soy.
Y me muestra el mundo tal y como es.
No puede ser tan fácil, no ha de ser tan fácil.
Desnudos, uno frente al otro; perdidos. Tú me necesitas.
Pero allí no podré hacer nada. No hay nada que hacer.
Confío...Confío demasiado en que ya no queda nada
 en lo que confiar.
Me refugio en la idea de que ya no queda ningún lugar dónde refugiarse.
Está todo invadido, todo se presenta infecto.
El arte no existe.
Mi hermosa amiga, lo siento. Ya no hay nada hermoso.


Hermano de pobreza, hostil y desgraciado, este es mi mundo.
¿Te diviertes?
ya no amas nada; tu interior está manchado. Pero lo que no sabes es que el mío también.
otro día destructivo, aguanta,
aguanta sólo uno más, por favor.
Sufre, sufre, ¡Sufre!
Sufro, y no encuentro salida.
Hasta que la luz se haga negra, hasta que el aire...
¿Notas cómo se te pega a la garganta? ¿Saboreas con tus labios, bien de cerca,
bien profundo, el Horror?
Poco a poco, se acaba el aire.
El Dolor se excita debajo de la piel; desea salir. Tiemblo.
El Dolor me arranca las entrañas, a tiras, y se la come poco a poco.
Alma necrótica, ¿Por qué me has traicionado? ¿Por qué te has dejado poseer?
Amiga mía, ¿Por qué has desaparecido, dejando como único residuo...
Vacío e intestinos?
Todo mi interior está destrozado, toda la sangre esparcida por las paredes del muro.
nadie podrá limpiarme de estas pútridas esperanzas, nadie podrá secarme las lágrimas, ocultas por
un trapo de...Por una señal de...
Nadie podrá crear vida a partir de vísceras derramadas, dolor de tripas.
Nadie podrá salvarme.

Los ladrillos rojos caen bajo el manto del amanecer. Todo está de nuevo, turbio;
un día más,
un amanecer más,
una vida más... Todo destruido, todo pobre, todo profundo;
oculto bajo las ventanas tintadas
de la ignorancia.


jueves, 25 de octubre de 2012

Virtuoso

Los silbidos de la lluvia, los gritos del aire
me atormentan el alma,
(podrida, ya no existe)
convirtiendo en cenizas mi mente,
Calma o Desesperación.

Los árboles me abrazan por la noche, desnudos.
Sus uñas me agarran, me aprietan entre sus tentáculos
como medusas en la espuma de la orilla.

Pero me encanta.
Me encanta sentir
como tu dulzor me atraviesa la piel.
Como los hijos de vientres obscenos
se ríen de ti.
Pero no me importa.
Porque me encanta.
Eres demasiado dulce,
demasiado amargo a veces.
Yo egoísta. Y entre hojas negras
 te espero.
Tú, ausente y sumiso del destino,
presa inmune de las garras,
atraes mis caricias.
E, inevitablemente,
enterradas por nuestras palabras,
por nuestros libros,
se van.
Calma del día a día...
O Desesperación.


Los árboles me arropan por la noche, desnudos.
Sus uñas me agarran, me aprietan entre sus tentáculos
como corales en la tierna lejanía.

A veces, la dulzura es la prueba.
A lo mejor sólo era un suspiro.
Pero me encanta. Me encanta
Y siempre...
                              Será mío.



viernes, 12 de octubre de 2012

Ocular


Me pierdo.
Me pierdo entre recuerdos vagabundos
y espadas errantes que hieren sin intención.
Tu te vas.

Tu sombra me sigue, me abraza,
tu sombra está conmigo,
pero tu no existes.
¿Qué existe
si tu no estás?

Todo huye volátil a mi espalda,
y bajo mis pies
mantas de frías sombras enloquecen al pisarlas.

Tu óculo negro
se convierte en una gran capa negra;

La sombra es negra.
No se si existe.
Me pierdo entre mundos oníricos
y realidades paralelas.

Me pierdo,
porque no existe nada más.

La llanura del abismo se ha vuelto blanca,
y sobre el sol
inmensos pájaros se asoman por translúcidas
ventanas.

Negra es tu piel, tus labios negros.
La sombra es negra.
Fuera del hospital de los condenados
no se si existe.

La belleza se saborea con melódicas miradas,
pero, sin saberlo
se transforman en deformes cataratas
                                           (oculares).

Qué es la vida       Si nada es real.
¿Qué es real?        Si no existe nada.


Dueña poderosa,  danza macabra,  querida madre;
                                                           mátame.

   
                                               Sólo quedan mis sueños.
                                              Las lágrimas soñar quieren.
Mis lágrimas son tuyas.
Mis sueños son tuyos.
Pero tu ardiente sombra
es mía en la oscuridad.
¿O quizá yo soy suya?
¿O quizá somos la misma cosa?
¿Quizá, y solo quizá
sea el oscuro reflejo de mi mente
convirtiendo todos los sueños
en vida?


Dueña poderosa,  danza macabra,  queridísima madre;
                                                           despiértame.
 Quiero seguir soñando.