Los ladrillos caen.
Hileras de cuerpos se dejan arrastrar,
desde las ventanas,
al transparente vacío que, ansiosos, esperan;
atentos, antes de tocar el suelo,
desaparecen.
¿Cómo se crea arte de la nada?
Todavía lo recuerdo vivo, cálido, reciente.
Dolorosa y profunda (...), fruto de la experiencia que no tengo.
Y mis pasiones desaparecen,
y mis deseos desaparecen,
y mis más profundos secretos se funden con la luz.
Te arrancan (...), querida compañera,
te arrancan de mis entrañas,
te arrancaron hace tiempo, en realidad.
Ahora sólo queda mi cuerpo, frío y tenso, por poseer.
Sale el sol, de nuevo, un nuevo sol, que, estremecido dispara suaves guiños de rencor a mis retinas, ahora blancas, desprendidas como costras de mis ojos.
Ven como la realidad es ésta.
Ven como merezco morir. Me escondo, no de ellos,
no del dulzor, cada vez más intenso en mi boca, en mis dedos, en cada parte de mi inerte cuerpo,
no.
Me escondo, me protejo
del abismo entre el ahora y el jamás, una distancia casi imperceptible.
Ánimas bíblicas, estremecidas
me muestran el dolor histórico,
me dan la luz que, de nuevo, me muestra al mundo tal y como soy.
Y me muestra el mundo tal y como es.
No puede ser tan fácil, no ha de ser tan fácil.
Desnudos, uno frente al otro; perdidos. Tú me necesitas.
Pero allí no podré hacer nada. No hay nada que hacer.
Confío...Confío demasiado en que ya no queda nada
en lo que confiar.
Me refugio en la idea de que ya no queda ningún lugar dónde refugiarse.
Está todo invadido, todo se presenta infecto.
El arte no existe.
Mi hermosa amiga, lo siento. Ya no hay nada hermoso.
Hermano de pobreza, hostil y desgraciado, este es mi mundo.
¿Te diviertes?
ya no amas nada; tu interior está manchado. Pero lo que no sabes es que el mío también.
otro día destructivo, aguanta,
aguanta sólo uno más, por favor.
Sufre, sufre, ¡Sufre!
Sufro, y no encuentro salida.
Hasta que la luz se haga negra, hasta que el aire...
¿Notas cómo se te pega a la garganta? ¿Saboreas con tus labios, bien de cerca,
bien profundo, el Horror?
Poco a poco, se acaba el aire.
El Dolor se excita debajo de la piel; desea salir. Tiemblo.
El Dolor me arranca las entrañas, a tiras, y se la come poco a poco.
Alma necrótica, ¿Por qué me has traicionado? ¿Por qué te has dejado poseer?
Amiga mía, ¿Por qué has desaparecido, dejando como único residuo...
Vacío e intestinos?
Todo mi interior está destrozado, toda la sangre esparcida por las paredes del muro.
nadie podrá limpiarme de estas pútridas esperanzas, nadie podrá secarme las lágrimas, ocultas por
un trapo de...Por una señal de...
Nadie podrá crear vida a partir de vísceras derramadas, dolor de tripas.
Nadie podrá salvarme.
Los ladrillos rojos caen bajo el manto del amanecer. Todo está de nuevo, turbio;
un día más,
un amanecer más,
una vida más... Todo destruido, todo pobre, todo profundo;
oculto bajo las ventanas tintadas
de la ignorancia.