sábado, 14 de diciembre de 2013

Tú eres mis mejores medias,
y mi mejor abrigo.
Ante mis libros, la soledad casi no se siente,
pero sigue siendo soledad.
Y mil flores no son suficientes,
ni mil anillos,
pero contigo todo es diferente.
El placer siempre está latente,
y las luces en el pasillo
se vuelven relucientes
aunque oscuras si no estás.

Tú eres la torre más alta,
desde donde veo todas las estrellas,
mi mayor necesidad, mi licor de cereza,
mis labios sellados ante la indiscrección
y la prudencia
de mirar por la ventana y dibujar un corazón,
como en los sellos de colección
que barajeo en la cabeza,
como en los muelles del balcón
decorados con maleza,
o el flirteo con el aire y su poder de seducción.

Me gusta ser tu presa, tu almohada, tu cáliz
donde beber cerveza,
tus tiernos labios,
tus arqueadas cejas,
tu infinito sin terminar de colorear.
Tus parpadeos de mentira,
tu mirada junto a la mía,
despertándonos, cada día
recibiendo un mismo sol.
Donde todo es más tranquilo,
con iones negativos
y subidas de tensión.

Y la locura que se guarda
entre los pliegues de mi falda
se va con la tristeza,
se evapora y en resumen:
el dolor nunca existió.






miércoles, 11 de diciembre de 2013

Maldita

El día se presenta negro, profundo.
Mi piel se vuelve negra.
Envuelta entre sombras
se tiñe de frío,
y libera una fina capa de humildad,
humillación.
Petróleo, negro brillante,
residuo del dolor y del coloquio
por el que cruza sus últimos días.
En él hunde sus dedos;
su textura es blanda y repugnante.

En medio de la noche sigo esperando...Algo
que me diga lo que tengo que hacer,
lo que debo pensar,
lo que he de decir;
pero solo me responden
con gotas de fino hierro
que al tocarme solidifican.

Maldita,
Su mente esta maldita,
podrida por los pocos años que ha vivido.
Intoxicada, por los años que va a vivir.

Maldito,
su cuerpo está maldito,
Destruido por toda la maldad ajena.
que poco a poco se filtra en sus poros,
volviéndola oscura,
casi negra.

Sucias y viscosas nubes de polvo
apuntan hacia afines papeletas.
Ruinosas almas de cloaca.

Flaca y pobre, muere.
Su piel está al fin, carbonizada.
¿No queda nada, verdad?

El carbón de sus huesos, el residuo de su vida,
y la aurora de que algún día existió...
Y podía respirar.

jueves, 13 de junio de 2013

Dolor de tripas

Los ladrillos caen.
Hileras de cuerpos se dejan arrastrar,
desde las ventanas,
 al transparente vacío que, ansiosos, esperan;
atentos, antes de tocar el suelo,
desaparecen.
¿Cómo se crea arte de la nada?
Todavía lo recuerdo vivo, cálido, reciente.
Dolorosa y profunda (...), fruto de la experiencia que no tengo.

Y mis pasiones desaparecen,
y mis deseos desaparecen,
y mis más profundos secretos se funden con la luz.
Te arrancan (...), querida compañera,
te arrancan de mis entrañas,
te arrancaron hace tiempo, en realidad.
Ahora sólo queda mi cuerpo, frío y tenso, por poseer.

Sale el sol, de nuevo, un nuevo sol, que, estremecido dispara suaves guiños de rencor a mis retinas, ahora blancas, desprendidas como costras de mis ojos.
Ven como la realidad es ésta.
Ven como merezco morir. Me escondo, no de ellos,
no del dulzor, cada vez más intenso en mi boca, en mis dedos, en cada parte de mi inerte cuerpo,
no.
Me escondo, me protejo
del abismo entre el ahora y el jamás, una distancia casi imperceptible.
Ánimas bíblicas, estremecidas
 me muestran el dolor histórico,
me dan la luz que, de nuevo, me muestra al mundo tal y como soy.
Y me muestra el mundo tal y como es.
No puede ser tan fácil, no ha de ser tan fácil.
Desnudos, uno frente al otro; perdidos. Tú me necesitas.
Pero allí no podré hacer nada. No hay nada que hacer.
Confío...Confío demasiado en que ya no queda nada
 en lo que confiar.
Me refugio en la idea de que ya no queda ningún lugar dónde refugiarse.
Está todo invadido, todo se presenta infecto.
El arte no existe.
Mi hermosa amiga, lo siento. Ya no hay nada hermoso.


Hermano de pobreza, hostil y desgraciado, este es mi mundo.
¿Te diviertes?
ya no amas nada; tu interior está manchado. Pero lo que no sabes es que el mío también.
otro día destructivo, aguanta,
aguanta sólo uno más, por favor.
Sufre, sufre, ¡Sufre!
Sufro, y no encuentro salida.
Hasta que la luz se haga negra, hasta que el aire...
¿Notas cómo se te pega a la garganta? ¿Saboreas con tus labios, bien de cerca,
bien profundo, el Horror?
Poco a poco, se acaba el aire.
El Dolor se excita debajo de la piel; desea salir. Tiemblo.
El Dolor me arranca las entrañas, a tiras, y se la come poco a poco.
Alma necrótica, ¿Por qué me has traicionado? ¿Por qué te has dejado poseer?
Amiga mía, ¿Por qué has desaparecido, dejando como único residuo...
Vacío e intestinos?
Todo mi interior está destrozado, toda la sangre esparcida por las paredes del muro.
nadie podrá limpiarme de estas pútridas esperanzas, nadie podrá secarme las lágrimas, ocultas por
un trapo de...Por una señal de...
Nadie podrá crear vida a partir de vísceras derramadas, dolor de tripas.
Nadie podrá salvarme.

Los ladrillos rojos caen bajo el manto del amanecer. Todo está de nuevo, turbio;
un día más,
un amanecer más,
una vida más... Todo destruido, todo pobre, todo profundo;
oculto bajo las ventanas tintadas
de la ignorancia.