viernes, 12 de octubre de 2012

Ocular


Me pierdo.
Me pierdo entre recuerdos vagabundos
y espadas errantes que hieren sin intención.
Tu te vas.

Tu sombra me sigue, me abraza,
tu sombra está conmigo,
pero tu no existes.
¿Qué existe
si tu no estás?

Todo huye volátil a mi espalda,
y bajo mis pies
mantas de frías sombras enloquecen al pisarlas.

Tu óculo negro
se convierte en una gran capa negra;

La sombra es negra.
No se si existe.
Me pierdo entre mundos oníricos
y realidades paralelas.

Me pierdo,
porque no existe nada más.

La llanura del abismo se ha vuelto blanca,
y sobre el sol
inmensos pájaros se asoman por translúcidas
ventanas.

Negra es tu piel, tus labios negros.
La sombra es negra.
Fuera del hospital de los condenados
no se si existe.

La belleza se saborea con melódicas miradas,
pero, sin saberlo
se transforman en deformes cataratas
                                           (oculares).

Qué es la vida       Si nada es real.
¿Qué es real?        Si no existe nada.


Dueña poderosa,  danza macabra,  querida madre;
                                                           mátame.

   
                                               Sólo quedan mis sueños.
                                              Las lágrimas soñar quieren.
Mis lágrimas son tuyas.
Mis sueños son tuyos.
Pero tu ardiente sombra
es mía en la oscuridad.
¿O quizá yo soy suya?
¿O quizá somos la misma cosa?
¿Quizá, y solo quizá
sea el oscuro reflejo de mi mente
convirtiendo todos los sueños
en vida?


Dueña poderosa,  danza macabra,  queridísima madre;
                                                           despiértame.
 Quiero seguir soñando.

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